Contacto

Fundación Común Presencia
Cra. 11 No. 61 – 35 (401)
Tels: 571- 2495782
Bogotá, Colombia 
e-mail: comunpresencia@yahoo.com

DIRECTOR
Gonzalo Márquez Cristo
http://gonzalomarquezcristo.blogspot.com/

Coordinadora Editorial:  
Amparo Osorio

Asesores Editoriales: José Chalarca y Antonio Correa Losada

Día Mundial de la Poesía: 21 de marzo

La UNESCO y la Fundación Común Presencia convocan a la celebración del Día Mundial de la Poesía a realizarse el 21 de marzo de 5 a 8 p.m. en el Auditorio Germán Arciniegas de la Biblioteca Nacional de Colombia (calle 24 No. 5 - 60), con la lectura de textos de un grupo de prestigiosos poetas colombianos entre quienes destacamos a: Harold Alvarado Tenorio, Jotamario Arbeláez, Iván Beltrán Castillo, Jorge Cadavid, Carlos Castillo, Juan Gustavo Cobo, Mauricio Contreras, Ramón Cote, Gustavo Adolfo Garcés, Luz Mary Giraldo, Javier González Luna, Hernando Guerra, Fernando Herrera, Mario Jursich, Fernando Linero, Gonzalo Márquez Cristo, Guillermo Martínez, Santiago Mutis, Amparo Osorio, William Ospina, Juan Manuel Roca, Álvaro Rodríguez, Enrique Rodríguez Pérez, Colombia Truque Vélez y Germán Villamizar. La presentación del acto estará a cargo del escritor Guido Tamayo.

El Día Mundial de la Poesía instituido por la UNESCO en el año 2000 con el propósito de «promover la poesía como una forma de cultura esencial» se celebra en casi todos los países de Europa bajo el nombre de Primavera de los Poetas por coincidir con el Equinoccio que finaliza el invierno, pero hasta ahora tendrá su primera versión en Colombia con un acto multitudinario y gratuito, donde se rendirá homenaje a la palabra poética, como la cifra más alta de la expresión y la comunicación del hombre, bajo el título de: «El porvenir será poético o nunca será», en adherencia al postulado del libanés Adonis, eterno candidato al Premio Nobel de Literatura.

Esta convocatoria que se realiza con el apoyo del Plan Nacional de Concertación del Ministerio de Cultura se institucionaliza por parte de la Fundación Común Presencia, a partir de este año en que Bogotá ha sido declarada capital mundial del libro.

Hellamn Pardo

(Bogotá, 1978). Poeta y ensayista. Ingeniero de profesión. Finalista en 2007 del premio Internacional de Poesía Breve, celebrado en Buenos Aires, con el libro La humanidad de las cosas. Colaborador de varios medios escritos, entre los que se encuentran el periódico Ibarra, y las revistas La movida literaria y Cinepalabra. Pertenece a las redes literarias REDNEL de Colombia y Poetas del mundo de Chile. En 2008 publicó su libro La tentación inconclusa, perteneciente a la Colección Internacional Los Conjurados. Trabaja en la actualidad un libro de ensayos acerca de los episodios más cruentos de la violencia en Colombia y prepara su primera novela.


CAMINO INTERIOR

Lo he hecho todo:
Sembré un árbol donde no recuerdo,
Escribí un libro que nadie ha leído
Y tengo un hijo que nunca veo.

Lo he llorado todo:
He llorado la muerte, el amor, el destino,
La miseria, el hambre, la distancia
Y ya no queda sal en ninguna lágrima.

Acaso al fin lo he escrito todo:
Mil quinientos setenta
y nueve poemas con treinta
y un centavos,
Tres cuentos, dos ensayos,
noventa y tres informes,
Una renuncia,
Siete cartas, once mensajes en la nevera,
tres mentiras,
Cuatro grafittis, setecientas trece firmas
–incluida la de la renuncia–
Un árbol, un hijo, un libro,
Un destino, un amor, una muerte,
Un hastío, un dolor, una cólera,
He escrito todo mi desamparo.

Sandra Uribe

(Bogotá, 1972). Arquitecta y Magíster en Estudios de la Cultura con Mención en Literatura Hispanoamericana. Ha publicado los libros de poesía Uno & Dios (1996), Catálogo de fantasmas en orden crono–ilógico (1997), Sola sin tilde (2003) y su edición bilingüe Sola sin tilde– Orthography of solitude (2008). Algunos de sus poemas han sido incluidos en las antologías: Vasos comunicantes (1997), Oscuro es el canto de la lluvia (1997), Inventario a contraluz (2001), Poemas a Dios (2001) y en Todos los poemas son de amor (2007). Fue designada como Jurado del Premio de Poesía “Ciudad de Bogotá 2007”. Actualmente se desempeña como docente de Lengua Castellana y Literatura.


TANTO POR CIENTO

He bajado en las encuestas de mi vida.
Las estadísticas indican un mínimo porcentaje
de alegría
y un alto índice de miedo
que me dejan
peligrosamente
al margen de toda competencia
y ciento por ciento a favor de la muerte.

Gabriel Arturo Castro

(Bogotá, 1962). Poeta, ensayista y tallerista de Arte. Antropólogo de la Universidad Nacional de Colombia. Ganador de los Premios Nacionales de Poesía “Aurelio Arturo” 1990 y Ciro Mendía 2006. Autor de: Libro de alquimia y soledad (1992); Alquimia de la media luna (1996). Fue colaborador por diez años del Magazín Dominical de El Espectador, lugar donde publicó poemas, ensayos y comentarios de libros. Desde 1990 escribe reseñas de libros para el Boletín Cultural y Bibliográfico del Banco de la República.


CENTINELA

El guardián alumbra la hoguera,
un gran fuelle se deshace entre sus manos.
(El triturar del hierro
y el ruido de las armas amoladas callan,
ya no hieren sus oídos, ni el humo irrita sus ojos).

La noche rodea al centinela.
La noche, suerte del afilador,
luz anémica, luz indigente,
luz que tiembla y embiste entre la sombra y el ojo,
animal dormido a la orilla de una vela,
de su canto vertical,
alarido prolongado, ardor que sube,
abismo abierto,
sangradura de río irremediable,
honda acequia junto a la cavidad de una úlcera
a lo lejos.

Los hombres ciegos, los ovejeros de pobres pasos,
el ahorcado que le teme al fuego,
huyen de la estrechez de los zaguanes oscuros,
de la selva aciaga, de los cuchillos anchos,
de la originalidad de la pequeña ciudad negra.
El cielo está hecho de guiñapos de algodón impuro.
La oscuridad aumenta,
en todas las márgenes y orillas se difunde.
La luz eterna suspira, se estremece y muere.

El guardián, portando un pálido farol,
vigila el lenguaje de la noche.

John Fitgerald Torres

(Bogotá, 1964). Magister en literatura. Autor de los libros de poesía: La camisa en llamas (1987), En el centro de la hoguera (1990), Palabras de más (1998), Orsai (2002), Alguien creerá que esto es la poesía (2002), además de haber publicado sus textos en antologías, y escrito artículos y cuentos para varios medios nacionales e internacionales.


El sol ausente

1.
Algo se ufana en torno suyo,
Radiante:

Una arboleda agreste en la fragancia,
La tersura del cuello almidonado,
El sólido turquí del traje;

La lozanía de una noche apacible
gravitando como nube en los hombros

Y el sol de la mañana enternecido
Con la testa altiva y engominada
Al entrar al edificio,

elegante
e impecable hacia la muerte.

Omar Martínez Ortiz

(Bogotá, 1963). Su labor literaria comprende ocho libros publicados y su participación en diferentes proyectos literarios, como la Fundación Común Presencia y la propuesta Laberinto Cultural. Su obra aborda diferentes temáticas urbanas y humanas a través de la poesía, el cuento, la novela y el ensayo. Autor de: Cantos de Pandora (1996); Fantasmas en ayuno (1997); Opción invisible (1997); Ejercicios para una sombra (1998); Cuentos de lo inefable (2003); Textos alternos (2003); Disolución de la ola (2003) y Voces en desorden (2003).


CONFIRMACIÓN

Alguna vez me pidieron comparar el viento
la tormenta y el agua
Elegir entre la vida y la continuidad
Validar la posibilidad de la mutación
o enfrentar el rigor de lo inamovible

¿Cómo escoger si la decisión ya había sido tomada,
si las cartas se habían vuelto a barajar
después del primer movimiento?
Sólo después comprendí que la lucha no existía,
que jugar significaba elección simultánea

No obstante, acepté que los números
no se suceden sin azar
que el pacto se había roto
sin descubrir la evidencia de la marca

Así jugamos cada día
sin sorprender el movimiento
el destino que se acomoda cada instante
en la aceptación del juicio
que nos libera de nuestros pensamientos
libres para repetir,
hoy y mañana, nuestro intranscendente destino
para compartir una vez más nuestra condena.

Gonzalo Mallarino Flórez

(Bogotá, 1958). Sus primeros poemas aparecen en el periódico El Tiempo en 1984 y su primera colección de poemas en la antología Se nos volvieron aves las palabras, editada por el Gimnasio Moderno en 1986. Ha publicado los libros: Cármina (1986), Los llantos (1988), La ventana profunda (1995), La tarde, las tardes (2000), Vara de buscar agua (2006). También es autor de la Trilogía de Bogotá, integrada por las novelas: Según la costumbre, Delante de ellas y Los otros y Adelaida.


NO PUEDES VENIR

La luz cayendo entre los árboles
y esos niños mirando la tierra y buscando
con los dedos.

Las ramas sobre las cabezas y los niños mirando
las piedras y las lombrices.

Se encaramaron después en la barda amarilla para
mirar el río y abajo unas mujeres negras lavando.

¿Viste las uñas? ¿Las piernas de ellos?
¿La espalda con pecas?
¿Y unas yemas buscando piojos despacio?

Así para que sepas cuánta luz había y no vengas
oscura. Mira cuánta tórtola
y cuánta hoja había.

Recuerda la tierra entre las uñas de los niños.
Si aún te hace falta mira las rodillas.
Mira que ahora están respirando otra vez los niños
y cae otra hoja.

No puedes venir oscura ahora.
No puedes llegarme hoy.
Si sigo en mi letanía
no puedes ya alcanzarme. Oscura.

Armando Rodríguez Ballesteros

(Bogotá, 1956). Poeta, ensayista, editor, profesor universitario. Autor de: Presagios y migraciones, (1986); Lubros (1988); Postal de fin de siglo (antología de poesía colombiana, 1995); Ojos de ritual (1997); Pasos de gato (2002); De ceniza y memoria (2008); Lunada poética / Poesía costarricense Vol I y II (San José, 2006). Coautor de la antología de poesía hispanoamericana Poesía viva (1993). Director de la colección Mono a Cuadros /Cuadernos de poesía. Algunos de sus poemas han sido traducidos al inglés, francés, portugués y esperanto.


ORACIÓN

Para la siembra
Posea yo las palabras y la constancia
Acaso vientos serenos
Traigan lluvias oportunas
Entonces yo hortelano
Pueda recoger la cosecha
Y en gesto antiguo
Hacer ofrenda al sabio universo
Con las palabras frutecidas
Para llamar sobre mí
Su mirada insondable
Y nacer al fin
En algún lugar de su misterio.

María Clara González

(Bogotá, 1952). Adelantó estudios de Literatura en la Pontificia Universidad Javeriana. Ha sido traducida al inglés y al francés. Es autora de: El Lento trabajo del olvido/ The gentle Labour of Oblivion (2002); Pasajeros del viento/ Passangers of the Wind, (1996); Corte en el tiempo/ Break on Time (1993); Pulso Interno (1990) y Eternidad visible (2008). Obtuvo la Mención de honor, categoría de Poetas Reconocidos; Concurso de Poesía Oxford Center & Unión Nacional de Escritores, Bogotá 1997.


DANZA EN LA MEMORIA
(Fragmento)

Al mar se llega
igual como se nace
como se arriba al umbral de la partida
desnudo
despojado
solo.

Como a un nuevo bautismo
bajo el cielo.

Al mar se llega
después de caminar
descalzo por la vida.

¿Cómo llegué a esta playa de los vientos oscuros?
¿Si me pierdo de mí…
a donde iré?

El mar le repite que ella es tiempo,
pero una breve mirada al horizonte,
reitera la certeza
de ser algo más
que la trasciende.

Distante batir de alas.
Al borde del abismo
hay un deseo anterior al olvido.
Ella elige recordar.

¿Será entonces el vuelo, un lugar de pasaje?

H. Socarrás

(Bogotá, 1945). Adoptado por varias ciudades de la costa Atlántica vive actualmente exiliado en una finca cercana a Cartagena de Indias. Autor de Un solo aquello (1980), Trapecios (1981), Piel imagina (1987), Sin manos de atar (1989), Que la tierra te sea leve (1992), Cántico hechizo (1992) y de una antología de su obra titulada Poemas (1994).


ORIENS

Luego de morir
las aves retornan a las manos
que rompieron sus cuellos.

Agradecidos por el aire
por la sangre

los hermanos se juzgan en el odio
perdurable.

Nicolás Suescún

(Bogotá, 1937). Poeta, narrador, traductor y artista gráfico. Ha publicado los libros de poesía: La vida es, 3 AM, La voz de nadie, Bag–Bag y Empezar en cero. Los de cuentos: El retorno a casa, El último escalón, El extraño y otros cuentos y Oniromanía. Además, la antología Trece cuentos colombianos y la antinovela ilustrada, Los cuadernos de N. Ha hecho las traducciones de Una temporada en el infierno, Iluminaciones y El barco ebrio; Poesía escogida de W.B. Yeats; Una sombra verde bajo un verde pensar, y Los jinetes negros de Stephen Crane.


INFANCIA

El mar, inmenso, azul,
profunda tumba de piratas y tesoros,
estaba allá muy lejos
detrás de las montañas.
Era una ausencia.
Los ríos, también, eran grandes ausentes.
Sus aguas bajo la tierra,
corrían espesas y oscuras,
arrastrando desperdicios,
y la belleza también se escondía,
rara vez salía a la calle
pero a veces se asomaba con el sol en el patio
o en los ojos del gato,
y los viajes tenían que ser imaginarios,
pobres ensueños tibios en los fríos rincones
donde empezaban los caminos,
así que todo viaje era un proyecto,
todo proyecto un viaje secreto, inconfesable,
y los potreros donde jugaba fútbol
se iban llenando de casas:
Había que caminar mucho
donde no hubiera extraños.

El camino de la escuela a la casa:
ese pobre simulacro de la Odisea.

Muhsin Al-Ramli

Nació en Irak (1967). Reside en España desde 1995. Doctor en Filosofía y Letras, y Filología Española Universidad Autónoma de Madrid 2003; el tema de su tesis fue: Las huellas de la cultura islámica en el Quijote. Traductor de varios clásicos españoles al árabe. Autor de: Regalo del siglo que viene (Amman 1995); En busca de un corazón vivo (Madrid 1997); Hojas lejanas del Tigris (Amman 1998); Migajas esparcidas (Novela - El Cairo 1999), Premio Arkansas 2002 por la versión inglesa: Scattered Crumbs; y Las felices noches del bombardeo (El Cairo 2003). Coeditor de la revista cultural Alwah.


NO a liberar a Irak de mí

Esta tinta derramada en vuestra prensa

es la sangre de mi país.

Esta luz diluviada de vuestras pantallas

es el brillo de los ojos en los niños de Basora.

Éste que está sollozando en la oscuridad

de su exilio

soy yo;

huérfano después de que hayáis matado a mis padres:

Tigris y Éufrates;

Viudo después de que hubierais crucificado

la pareja de mi alma: Irak

Oh... por ti, tierra mía: crucificada

de entre las regiones.


Ay... de vosotros, señores de la guerra

Escuchadme:

No a la fiesta de los ejércitos en el tejado

de mi casa.

No al verdugo que habéis plantado

o al que vais a plantar.

No a vuestra libertad caída sobre las cabezas

de mi gente en bombas

No a liberar Irak de mí o a mí de él.

Yo soy Irak.


Mis hierbas son las letras y sé lo que quiero.

Dejadme a mí mismo, a mi rabel

y a vuestra ausencia.

Volved a vuestras películas detrás del océano.

Dejad para mí lo que queda

de los minaretes, de los mausoleos

de mis ancestros,

de las tumbas de mi familia, ...

Y bebed de las copas del petróleo

hasta que os saciéis.


Robad la miel del azufre y la arena del desierto.

Llevad con vosotros vuestros clientes.

Llevaos al dictador con cada parte de vosotros que ha comprado con mi sangre.

Llevad lo que queráis y marchad,

dejadme solo

con lo derribado de los sueños de mi hermana,

con el incendio de las palmeras en las orillas de Mesopotamia,

con los huesos de mi padre

y el té de la merienda.

Dejadme solo

con las canciones tristes del sur,

con la danza degollada del norte

y con el pavo real de los Yasidíes.

Dejadme solo

curando las heridas de mi tierra Irak

Solo...

igual que María...

solo con mi solitario...

Mi país: el crucificado de entre las regiones.

Sabré cómo animar su resurrección.


Sabré cómo renacer de su ceniza.

¿Acaso habéis olvidado que él es el creador

del Fénix?

Ay, un infierno, para vosotros señores

de la guerra

Escuchadme:

No asustéis a las nubes de Bagdad

con vuestros aviones.

No sembréis soldados en nuestro jardín.

No quitéis la chilaba a mi madre.

No. Grito no a liberar Irak de mí o a mí de él.

Yo soy Irak.

Las aldeas han florecido de mi abrigo,

y sé lo que quiero.

Dejadme a mí mismo, a mi familia

y a vuestro olvido.


Madrid, 30 de marzo 2003

Qassim Haddad

Nació en 1948 en Bahrain. Libros publicados: Good Omen (Beirut , 1970); Exodus of Hussain’sHead from the Traitorous Cities (Beirut, 1972); The Second Blood (Beirut, 1975); The Heart of Love (Bahrain, 1980); Resurrection (Beirut, 1982); Relating (Beirut, 1982); Splinters (Beirut, 1983); Walking Guarded with Ibexes (Bahrain, 1986). También tiene un libro de prosa: The Breasts (with Amin Salih). Es miembro fundador de Bahrain Writers Asociation, establecido en 1969 y de Awal Theatre en Bahrain. Pertenece al Comité Editorial del periódico Kalemat, editado por la Asociación de Escritores de Bahrain. Muchos de sus poemas han sido traducidos al inglés, francés y alemán.


Lamento del caramillo

Él introdujo su extremidad en el lago

como quien remoja una pluma en un pozo de palabras...

No era Él del caramillo,

ni tiene el amor qué otorgar cosa:

Entre las bestias el lobo no tiene una valoración acerca de la soledad

de la nieve.

Él va hacia el pasado...

preso de una queja apagada

entre él y el hogar están la Noche y su Forma,

el Ensueño y su más reciente sueño.

Él clama por atacar el mapa del Hombre, anunciando su viaje, haciendo pactos con el lugar;

Espíritu encadenado... por su tardanza,

su cuerpo mengua,

miembro a miembro.

Él cuenta vehículos nocturnos,

abre la amistad del Sueño con la Piedra:

Nieve más densa que la largueza de natura,

mensajes de la montaña en el muelle de la Noche,

piedra liviana,

inclinándose como libros sobre un estante.

¿Por qué pospones tu partida,

si ya no te encuentras aquí?

Nadie recorre tu extensión sino el Ausente,

el Consorte de las Caravanas.

¿Por qué construyes ciudadelas, y las habitas,

por temor a los forasteros, y que te

suceda lo que a tu enemigo?

¿Por qué el tiempo no es suficiente para ti,

por qué no existe espacio suficiente?

¿Dónde te invadió toda esa desolación,

si eres un edén de hojas?

Deja tu extremidad entre el lago,

extiende una pluma de vuelo que lejos te lleve:

Abiertos horizontes para ti;

las citas prometidas se posponen

deja al discurso con sus propios ardides

–Escribe natura lee tu nieve solamente.

Él vino anegado en llanto,

ni hombro ni caudal para él,

contando sus camisas exhaustas por excesos

del camino,

tendiéndole trampas al sueño en la noche no sea que la mano de la distancia se extienda hasta él. ¿Cuándo podrá dormir a pierna suelta

con las emociones heridas ya en sosiego, corriendo como un huérfano, olvidado por

las madres despojadas, descuidado por las nodrizas?

Él viene como quien no irá,

arreglando las piedras del cuarto, preparándose como un escuadrón

para el ataque

El deletrea «pasaje» como en el abatimiento

del exilio,

un lobo cuyo nombre no tiene letras,

cuyo cubil está en la zona interior de su escritura,

extraviado de la manada;

uno profundamente alienado,

anunciando audaz su valentía.

Él irá porque vino de ninguna parte,

él irá a fin de confirmar que, «mapa»

tiene un nombre distinto a casa

y al lamento del caramillo–

Amor, quítale el cuerpo, déjale el alma,

no hagas de su viaje una emigración,

pule el vidrio de su lámpara con tu compasión

para que él sueño le sobrevenga,

y duerma por una noche antes de la muerte

y después.

Amor, éste es tu consorte;

tómalo:

perezoso mensajero entre el lago y el mar.

(Traducción del francés por Rafael Patiño)

Joumana Haddad

Poeta libanesa, nacida en 1970. Trabaja como periodista literaria y traductora en el periódico libanés An-Nahar. Habla siete lenguas. Es autora de los libros de poemas: El tiempo del sueño (1995), Invitación a una cena secreta (1998), Dos manos hacia el abismo (2000), y El retorno de Lilith (2004).


Dueto

–Tus ojos han tejido una luz extraña en mi mirada.

–Es que has despertado el bosque y los marinos del bosque.

–Hace azul. ¿Dónde estoy?

–En mis brazos. Allí donde tu río se incendia.

–¿Y esta luna sobre mi cuello?

–Es mi noche que quiere sellar tu piel.

–¿Comienzo?

–Comienzos.

–¿Y por qué abres los párpados cerrados?

–Para mejor ver tu prisa salpicar mi espera. Para oír a nuestros labios despegar.

–Tú y yo, vuelo de gritos.

–Tú y yo, alas migratorias del poema.

–Seré para ti el pájaro y el cazador.

–No me vencerás: yo me ofreceré a tu fusil.

–Lo plantaré en tu corazón hasta la conquista.

–No es más que perdiendo que se merece el viaje.

–¿Cómo llegar? Tú tienes el cuerpo numeroso de la ilusión.

–¿Por qué llegar? Sé la mano duradera de los fantasmas.

–Tus caderas, pórticos del purgatorio de los perezosos.

–Mis caderas, barrotes de la prisión que libera.

–Mujer tengo sed, viértete.

–Que tus nombres te abreven: ellos perlan sobre mis labios.

–Dejaré a los pecadores llegar hasta ti.

–Pero el violín queda cerrado. ¿Sabrás desbotonarlo?

–Aprenderé. Lo sacudiré como a un árbol hasta hacer fluir todas sus músicas sobre mi lengua. Lo trabajaré como un artesano su oro, como el depravado su condena.

–Lo aprenderé.

–¿Y me harás tuya, bandido?

–Sin cesar y nunca.

–Amo el estremecimiento que arrancarás de mi garganta.

–Entonces ven. El vino retrocede sin ti.

Jean-Pierre Duprey

Versión al español Colombia Truque


2ª NOCHE

¡Un poco de viento en las velas de la muerte! No sé cuál rostro se perdió, pero ya no me reencuentro. La noche enrolla sus sábanas, negras a los ojos de los vivos, blancas en torno de los otros.

¡Oh, qué fácil el misterio!

Un árbol, de extraña manera, despegaba hoja por hoja las olas de lo que yo llamaba mis venas, mis uñas y el resto de los pensamientos del cuerpo. La muerte tenía su camisa de cristal, mi sombra le servía de guarida. Nuestras manos se buscaban en lo que el agua quemaba. Los fantasmas comían en las ventanas.

Y en esta noche había un retardo y alguna cosa blanca... En esa oscuridad, la alcoba se enrollaba en torno de su última intimidad.

Y lo blanco decía: soy lúcido.

Lo negro decía: soy todo.

Lo blanco era el pensamiento trémulo de la noche.

Lo negro pensaba: soy el final.

César Dávila Andrade

TAREA POÉTICA

Dura como la vida la tarea poética,

y la vida desesperadamente

inclinada, para poder oír

en el gran cántaro vegetativo

una partícula de mármol, por lo menos,

cantando sola como si brillara

y pinchándose en el cielo más oscuro.

Atravesábamos calles repletas de sal

hasta los aleros, y la barba

se nos caía como si sólo hubiera estado

escrita a lápiz.

Pero la Poesía, como una bellota aún cálida,

respiraba dentro de la caja de un arpa.

Sin embargo, en ciertos días de miseria,

un arco de violín era capaz de matar una cabra

sobre el reborde mismo de un planeta o una torre.

Todo era cruel,

y la Poesía, el dolor más antiguo,

el que buscaba dioses en las piedras.

Otro fue

aquel terrible sol vasomotor

por entre las costillas de San Sebastián.

Nadie podrá mirarte como entonces

sin recibir

un flechazo en los ojos.

Jorge Torres Medina

SUICIDIARIO

¿Quién podrá voluntario despojarse

de sí mismo y seguir habitando

la insatisfacción perecedera

en la conjugación del cuerpo?


CONJUGACIÓN

Ser y hacer

Hacer y no ser

Ser y no hacer

No hacer no ser

(La tarde asalta el pensamiento)

En el crepúsculo

La tarde ya no existe


LA CIUDAD DEL AGUA

Desde la esclusa

turbia en el agua la ciudad invertida

Un hombre sumergido en sus ondulaciones

habita siempre la soledad del líquido



Derechos reservados
© Jorge Torres Medina


Raúl Henao

ENIGMA AMOROSO

Al anochecer, el temporal dibuja el rostro de la mujer que huye a mi paso en un parterre de la ciudad.

Llegado a la mansión de la dama conjuro con un barbitón al caballero bermejo, antepuesto en el corredor laberíntico, cuya distancia me apresuro a salvar antes de la decimotercera hora en el campanario de la vecindad.

Al franquear su habitación, la dama se incorpora del lecho intentando ocultar el ala asomada en su costado izquierdo. Mitad lechuza, mitad mujer, me mira fijamente a los ojos.



Derechos reservados
© Raúl Henao

Georges Schehadé

Versión al español Colombia Truque


A LOS VEINTE AÑOS...

A los veinte años es un temblor

Ver sus ojos en el agua de las mujeres

La habitación tiene el aspecto del mar

Como dos pájaros que volando juntos se estrellaran

Con el silencio peligroso de los nidos

La noche ha mezclado nuestras edades

Oh melodía de la piedra de las islas

Elkin Restrepo

El don

Ningún lugar mejor

que la ciudad para

pensar en ciervos

y bosques,

para hacer del momento

una pura ensoñación,

la vida que queremos

y no existe,

o existe en otra parte.

Venados, osos, perros,

montes y lagos,

y en el camino que traza

el candil

de una luna de hielo,

un hombre

con la pieza de caza

a cuestas.

Por un instante

soy aquel

que, primitivo,

se libra al destino

de un mundo naciente y áureo.

Y pacta acuerdos

con la ruda Ley

que le ofrece por sueño

la vida.

La vida salvaje y bella,

donde copular, cazar, pescar,

cambiar con el tiempo nómade,

es suficiente,

y donde no cabe

ilusión distinta a la labor de cada día,

y el sueño es el simple

descanso,

el dios que vela tus fatigas.

Y vivir, el don.


Derechos reservados
© Elkin Restrepo

Eugenio Montejo

EN EL PARQUE

En el parque esta tarde, horas y horas,

Emilio en sus patines con los árboles,

con ellos de la mano –mi hijo alegre,

juntos se esquivan, corren, se acompañan,

mueven al paso ramas, piernas, sombras,

en este instante eterno de su risa

crece el ruido de ruedas en las piedras,

describen entre sí figuras, círculos,

verdes, veloces, con pájaros, con nidos,

el viento va tras ellos, van las hojas,

y a veces en rumor se oyen los cantos

de tantos pájaros que nacerán mañana.

Árboles que patinan, pero nunca patinan

y por eso con él van patinando...

El hijo que me esperaba aquí en la tierra,

antes de yo nacer, con estos árboles.

El hijo que atravesó la sangre de los míos,

veloz en su carrera hasta alcanzarme.

Allá viene, allá va, de un sitio a otro,

con sus verdes amigos de la mano,

juntos vuelven, se alejan, se aproximan,

hasta el último pliegue de la luz,

hasta que cae la noche y se dispersan

y el tiempo todo se nos vuelve espacio.



Derechos reservados
© Eugenio Montejo

Antonio Correa Losada

TRANSEÚNTE

Viajando somos frágiles

en la tenue morada del amanecer

Viento que traza en el polvo

la mueca secreta del ausente

Calles enceguecidas

por el ojo cíclope de los edificios

Fuerza abierta del túnel

La vida expuesta

en fugaces y oscurecidos trazos

mientras la memoria

clava su asombro

en las ciudades enterradas


CANOA

En la cárcel del agua

una estrecha oquedad

lleva con parsimonia

las vigas de mi cuerpo

No sé si muero o vuelo

sobre oscuras maderas


OSCURO RITUAL

El sueño avanza

golpeado entre delirios

y el poema

su ala perdida e inasible

Insectos gritan

y ondulan las hojas ebrias de mayo

Hombres gordos como ganado

cargan en sus espaldas

la palabra emboscada

Incisiones profundas

oquedades

tumbas envueltas por el verdor

la niebla

ramos enrojecidos ramos marchitos

lleva y trae la muerte en su gran borrachera



Derechos reservados
© Antonio Correa Losada

Fernando Linero

APUNTES PARA UNA AUTOBIOGRAFÍA

Nací en Santa Marta el 4 de octubre de 1957.

Tengo mujer, dos hijos que veo crecer y un perro.

No estoy atado a nada en particular.

De los 510.101.000 kilómetros cuadrados

que tiene la tierra de extensión

ni un sólo metro es mío.

Mi única preocupación

es acaso la de amar verdaderamente.

Acaso la de arder con aquello que amo.

Creo en el diálogo con la luz,

el diálogo con la tierra,

para exaltación de los sentidos.

Desde los 15 años escribo poesía.

Creo que ella cura de cierto desencanto

de cierta melancolía,

permite así sea fugazmente

recuperar cosas perdidas.

Ayuda a comprender en algo

el sentido de lo humano.

Me gustan el mar, los libros,

la marihuana, las bebidas fuertes.

Me gusta recordar a los amigos.

Me gustan la música, la noche, los caminos.

He cruzado los dedos y respirado hondo.

He compartido con el ocaso

la gloria de no ser nada.

A mis cuarenta años

en esta lucha por llegar yo no sé adonde

nunca he sentido envidia de nadie.

Sólo el aire sabe del final de la ruta.

En lo profundo de mí guardo la esperanza

de que la muerte no sea más que un espejismo.


Derechos reservados
© Fernando Linero

Hernando Socarrás

MAR, EL VIENTO QUE HE SIDO

Es el mar que va en el viento

Y rueda como lágrimas orientales

En inútil travesía

Música voluntaria que he sido

Sin objeto

Escasa lucidez que absuelve y repite

Mi único corazón.


DOTCE FAR NIENTE

Sólo una línea de la mano

Recibe su dolor.

Divididas la ruina y la caricia,

El ocio

Nos permite ser eternos.


AB IRATO

Cara o cruz se desean la vida

Y la muerte

Y muy cercano el bien de las cosas

Volverá a alcanzarnos

Sin condición o enigma del olvido.

La ira es otro miedo.

El tiempo merece

Su rutina

En lo humano de sí mismo.



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© Hernando Socarrás

Vahé Godel

Versión al español Alfredo Silva Estrada


TODO Y NADA

A Jean Starobinski

Yo no dejo de oscilar entre el miedo al Vacío y el llamado de Nada, pero, por otra parte, apunto a lo Lleno, abarco el Todo (y, en verdad, quien mucho abarca...). Es el juego del Todo y de Nada, de lo Lleno y del Vacío –ese juego insensato de escribir (Mallarmé)– curiosa mezcla de jaque mate y de ruleta rusa: Todo se juega en el centro –fuera de lo cual (no) hay Nada (ceniza). ¿Por qué escribir? Por nada (porque hace frío, porque está oscuro, porque el agua escasea cada vez más y la casa se quema, etc.). Uno siempre escribe en pura pérdida: sin cesar uno corre, uno trabaja para su pérdida –sí, pero purificándola, ¿no saca uno acaso una ganancia inestimable?... Terminar, pues. Escoger un punto de caída. No tener más que un punto de mira. Hacer el vacío. Hacer lo lleno. Vaciar. Llenar. (Soy un blanco cuya muerte es el centro –el centro vital.)


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© Vahé Godel